domingo, 3 de mayo de 2009

Manifiesto de amor

Me aterra pensar que un día el vacío me devore y la nada se me incruste húmeda y verde en las entrañas. Y que esa nada silencie mi alma, que invente sueños ajenos y preciosos, perfectos de armonía y corrección.

Yo no quiero amar serenamente y en silencio. No quiero quererte porque estés siempre a mi lado, como si hubiese una vida larga por delante.

Yo quiero querer a dentelladas profundas hincándose en la carne, ignorar el mundo fuera de nuestros cuerpos. Sentir que el corazón se para, olvidarme del cielo y del infierno, condenarme para siempre por tus besos. Quiero derramarme por los dedos que acarician tu pecho hasta cubrirte con mi alma. Y que mi cuerpo tenso se ahogue en tus deseos olvidándose del tiempo, olvidándose de la nada. La nada vigilante. La nada inexorable.

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